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domingo, 27 de diciembre de 2015

Los 10 temas del año... ¡con propuesta!




“La Acidez”, “Cambio de hábitos”, “La Salud no tiene Remedios”, “Colesterol”, “No es lo “mesmo””, “Maestro, Sensei o Gurú?...” No necesariamente “Somos lo que Comemos”, “El impacto publicitario”, “Para Ma… ñana, a mamá” y  “Más acidez”… Y el que te interese lo encuentras en esta lista de aquí a lado >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

       ¿Qué nos importa realmente en tema de Alimentación?... Según nuestras estadísticas, “los remedios”. Bajo el entendido de que regularmente existe una solución a lo que sabemos nos provocamos, hemos desarrollado una dinámica gastronómica basada en el “no pasa nada, tú dale, ahí luego vemos, después te tomas tal o cual cosa, y ¿qué hay para el desempance?, lo comido y lo bailado nadie te lo quita”, y más. Eso es real y sumamente válido ya que está amparado por el “bendito” libre albedrío, sin embargo el riesgo se encuentra en el momento en que nuestra alimentación cotidiana, -si bien, no de todos los días, prácticamente de cada fin de semana-, se convierte en reflejos o flashazos de lo que son las grandes comilonas de celebración, y de comenzar con el uso de la sal de uvas, el trago de “pepto” o la ranitidina como si fuera cualquier cosa, se puede llegar a prácticas más extremas como provocarse el vómito para poder comer más y más. Y eso, aquí y en China, está mal por donde se quiera ver. No hay justificación, salvo que sea parte de desórdenes neurológicos y emocionales más importantes y que requieren de ayuda profesional integral.

       ¿Qué si está para no perdonarse ni mesurarnos en asuntos de bacanales gastronómicas y dejar a un lado el pesar o remordimiento por lo que comemos? Aquí una propuesta:

       El Cumpleaños, boda y respectivos aniversarios, otros sacramentos religiosos siendo organizador y/o protagonista, y de cualquier creencia.- Tu lo decides, y es parte de tus convicciones punto.

       El Año Nuevo, sea católico, chino, judío… etc.- Es convención social indiscutible, totalmente tradicional y presenta grandes oportunidad de degustación.

       Logro académico o profesional.- Te recibes, logras la maestría, entras a la uni; un ascenso, cambio de lugar de trabajo. Apertura de negocio… ¡Celébralo!

       Durante viajes de placer.- Sin palabras, busca lo más sano, pero no dejes de probar LO QUE SE TE DE LA GANA…

       Alguna invitación especial.- De esas en las que literalmente no puedes decir que “No”, por la oportunidad tan grande que representa, sea la compañía, el lugar mismo o la trascendencia de la invitación.

       Otras celebraciones locales, patrióticas, escolares y/o laborales, de verdad, NO ESTAMOS OBLIGADOS A “ENTRARLE”, piénsalo.

       ¿Qué está de pensarse en el caso de relacionar o justificar una comilona de nivel, y que en verdad no vale la pena el “sacrificio”?... Que gane el equipo favorito (esto puede suceder cada fin de semana si eres aficionado de muchos deportes), “salir de antro” (esto puede ser de jueves, viernes y sábados), celebrar el cumpleaños de compañeros de trabajo (regularmente dependiendo de las políticas internas se realizan celebraciones mensuales generales, sin embargo los festejos “clandestinos” digamos, siempre se dan, y se basan solo en frituras, refrescos y comida (?) de relleno.

       Y así nos inventamos muchas circunstancias más para comer cosas durante el año que tendrá repercusiones en nuestra salud, sin lugar a dudas… 

       Ahora que empieza un nuevo año, no se trata de propósitos radicales, “ahora si salgo a correr”, “ahora si CERO tacos”, “se acabaron las tortas de tamal”. Y así, cientos de promesas que desafortunadamente, ante la presión social, a veces no es tan sencillo lograr. 

       Lo ideal será siempre la mesura, y la elección de acuerdo a nuestros intereses personales, condiciones de salud, decisiones propias y sobre todo “Planeación”. Si organizamos nuestros tiempos y necesidades alimenticias seguramente tendremos la oportunidad de hacer comidas más sanas y será más fácil hacerlas y sobre todo consumirlas.

       Saber cuáles son tus insumos “dedicados”, especiales o personalizados, según tu grupo sanguíneo, biotipo, nivel enzimático y testimonio de condición actual, también ayuda a que esto sea mucho más fácil de hacer, y sobre todo que impacte positivamente en tu Salud.


       Para esto y más, recuerda: www.trofoterapia.com
 
Y que el 2016 esté lleno de Amor, Paz y Salud en todos nosotros, ¡felicidades!

domingo, 20 de diciembre de 2015

Las Piñatas (bombas de azúcar)

Originarias de China, para la celebración de sus años nuevos, las Piñatas son de los más importantes rituales de congregación en diversas celebraciones. Esta tradición tan mexicanizada ya, llega al país como herramienta de evangelización, por lo cual encierra un gran número de simbolismos, entre ellos el significado de los picos que representan los siete pecados capitales, entre ellos, ¿cuál?, obvio… La Gula.
 
       Seguramente, desde antes, en territorio mexicano habría también un tipo de ritual por el estilo, que consistiera en colgar algún contenedor para ser abatido a golpes y obtener lo que hubiera en su interior. Lo que es de tradición cristiana son los picos y su significado, que el ser vendado sea la fe en la guía de Dios, el palo el poder de la virtud y el contenido representando la Verdad y los dones de la Naturaleza como premio a la Fe y a la Perseverancia.
       Bueno, ¡va!...
       Esperarse un año para ingerir una cantidad tal de azúcar sería un tanto “válido” si no se vuelve a comer azúcares tan refinados y jarabes, colorantes y mil químicos más ¡durante todo el año!.
       Veamos, actualmente esta legendaria tradición ha convertido cada posada, y cada fiesta que presenta u ofrece piñata en un botín de dulces enorme al cual sucumben niños y adultos. Y lo que de antaño era una fuente de frutas, cacahuates y algún postre elaborado a mano, al día de hoy son paquetes y contenedores de polvos, harinas, geles, pastas y azúcar… mucha mucha azúcar.
       Es sumamente conocido el ciclo perpetuo de adicción a este veneno blanco. Primero se consume, el nivel de azúcar en sangre se eleva y se libera dopamina, lo cual es la “droga” que tanto engancha al cerebro. Se segrega insulina para nivelar este pico, y se “desaparece” el azúcar convirtiéndose en grasa. Al caer rápidamente el nivel, se genera el ansia y el hambre por más “combustible”, y el ciclo se repite.
       Sin duda es del gusto de los niños y las niñas el acontecer de las piñatas, pues la congregación en medio de cantos, risas, luces, hacen demasiado atractiva esta celebración, la cual podría ser también inicio de un pequeño pero sustancial cambio de hábitos, porque como mencionamos más arriba, si fueran estas ocasiones las únicas al año tal vez sería justificado, pero habría que sumar las mismas cenas tradicionales, el refresco al por mayor en cada cena, y rematamos con la bomba de dulces, parecerá inocuo, pero de verdad no lo es.
       No es para nada tomar la actitud de “Grinch” en las fiestas, en lo absoluto. Es necesario aplicar la consciencia alimenticia en momentos realmente trascendentales de la vida de los infantes, y donde aun más se va a grabar el mensaje de lo que es positivo para ellos, y lo que no lo es. No podemos justificar el exceso por la celebración misma, sea la que sea. Ninguna fiesta, a no ser una bacanal orgiástica con ese fin real, conlleva el sacrificio a la salud que actualmente se le confieren a las celebraciones de cualquier tipo excediendo siempre en las cantidades de alcohol, tabaco, consumo de tóxicos, desvelo y más, impactando poco a poco nuestra salud. Muchas veces, el ofrecer de más en las fiestas es cuestión de estatus, pero el hecho de consumir de más, de lo que sea, es cuestión de conciencia personal a favor de nuestro bienestar.
Felices fiestas, nos vemos en www.trofoterapia.com

domingo, 13 de diciembre de 2015

Fermentos



 Son alimentos o bebidas “VIVAS” por el proceso bioquímico que presentan en su elaboración o producción, es todo un tema muy complejo de química por los azúcares, alcoholes, enzimas, temperaturas y tiempos; factores que siempre están en juego y como variables en la producción. 
Ejemplos: el tepache, el yogurt, el pulque, el vino tinto, los tíbicos, el kéfir o búlgaros, la cerveza, la sidra y muchos más que van saliendo por regiones e incluso países. Están también elementos más sólidos como el requesón, el jocoque y algunas natas y quesos específicos.
          

    Hay bebidas fermentadas en todo el mundo: Shake de arroz en Japón, Kvas de centeno en toda la región de Europa del este; Tella, que es del sorgo, originar¡a de Etiopía, el Bionade, fermento de la Malta y que es muy popular en Alemania. Está el Boza, una bebida de maíz y trigo de la zona de los Balcanes. También está el Cauim, de Mandioca de Brasil, el Basi de Filipinas a base de caña de azúcar. En Sudáfrica está el Amasi, que es de leche, así como el Ayran de Turquía, el Bikkle, de Japón y el Blaand de Escocia, casi todos provenientes de suero de leche.
       Es decir que prácticamente en todo el mundo se beben y comen productos fermentados; en México también encontramos los tíbicos, que es prácticamente lo mismo que los búlgaros, solo que hechos con agua, melaza y alguna fruta, lo cual responde al gusto de muchas personas por no beber nada, absolutamente nada proveniente de la vaca, y bajo esta modalidad se logra también un fermento de muy buena calidad.
       El vinagre y el pan común son alimentos resultado de procesos de fermentación.
RECETA DEL TEPACHE
       El Tepache de la cáscara de la piña es otra bebida muy fácil de hacer: se colocan los restos de la cáscara de la piña en una jarra, se llena de agua, se le coloca un triángulo de piloncillo o melaza, y se guarda en lugar fresco, oscuro y tapado con tela. Al cabo de dos o tres días la bebida ya está lista, solo para colarse y servirse bien fría. Se le vuelve a poner melaza y vuelve a dar hasta tres ocasiones.
BENEFICIOS
       Se les considera alimentos VIVOS porque su proceso involucra crecimiento, proliferación y actividad de microorganismos como mohos, bacterias o levaduras benéficas para nuestro desarrollo gastrointestinal y que aportan nutrientes de calidad, que trabajan dentro de nosotros en situaciones que necesitamos y que el cuerpo decide cómo aplicarlas, por ejemplo en procesos digestivos más fáciles.
       El aporte enzimático es sustancial ya que difiere de forma abismal, de los productos procesados “muertos” contenidos en cajas, bolsas o frascos.
       Hay estimulación del sistema inmune, por la presencia de microorganismos y bacterias controladas que dan vida a nuestra flora intestinal.
       Aumentan el desarrollo de micronutrientes, por ejemplo, la leche eleva su nivel de folatos, vitamina B12 y biotina al ser fermentada.
¡CONSIGUE, CUIDA Y COMPARTE KÉFIR!

domingo, 6 de diciembre de 2015

Más sobre el “comer bien”


La semana pasada hablamos de dos factores que influyen en el “comer bien” técnicamente, que son masticar conscientemente, y ensalivar copiosamente el alimento ya en la boca, con el fin de iniciar un proceso digestivo óptimo.
       No son las veces que se mastique, sino la textura que se debe alcanzar que es un 80% líquido y acaso un 20% en grumos ya “machacados”. Hay carnes muy blandas, y vegetales muy duros, por lo tanto el número de repeticiones no es la referencia; en cuanto a ensalivar, repetimos, hasta los líquidos que tomemos deben llevar una repasada por toda la cavidad, pasando por paladar e interior de las mejillas, sin hacer buche por favor… :)
       Otros consejos en la técnica alimenticia que compartimos son:
       ¡El Agua!... Siempre es un tema por el cual mucha gente “brinca”, pero hay que evitar cualquier bebida de 20 a 30 minutos antes y después de cada alimento sólido. Es decir, si regularmente desayunamos a las 07:30, los vasos de agua al despertar, o algún tónico, etc, se habrá hecho máximo a las 07:00; después de desayunar, (08:15, aprox), no beber hasta las 09:00…. Un jugo o colación de media mañana será alrededor de las 11:00 – 11:30… y se aplica misma dinámica; 20 minutos antes y después, no se toma agua.
       Esto aplica bajo el entendido de que ya se mastica mejor la comida, y también ya se adoptó la costumbre de ensalivar bien para crear el bolo alimenticio líquido.
       Es muy común la imagen de la gente dando un primer mordisco a una torta, cemita, quesadilla, rebanada de pizza, frituras, pastelito etc…, e inmediatamente después el trago de refresco con el fin de pasarse el bocado. Esto reduce notablemente la acción de nuestros jugos gástricos impidiendo un proceso alimenticio (en su etapa química) eficaz, y sumando la comida mal masticada y menos ensalivada, aun peor. Imagina, comida casi entera ya en tu estómago; si son frituras o carne imagina la mezcla, que al no ensalivarse apropiadamente y no neutralizar las harinas refinadas, y con mezcla de líquidos genera una especie de engrudo que se adhiere poco a poco a las paredes de toda la capa mucosa del sistema digestivo, específicamente desde el estómago hasta el recto.
       El siguiente consejo es no llenarse al 100%, es más, ni al 90% de la capacidad estomacal. Uno lo sabe perfectamente cuando ha saciado el hambre, y la continuidad de la ingesta es por el sabor, la compañía, el “no dejar nada en el plato”, y el clásico, “me quedó un huequito en el estómago”. ¿O no?...
       Ese huequito es el ideal para realizar el proceso de digestión de forma más relajada para el estómago. Si consideramos a este proceso como lo que es, una combustión literalmente, se necesita ese espacio para que los gases, vapores y cambios de densidades en los químicos que se están formando no tensen las paredes estomacales, como cuando esto sucede con en estómago súper lleno, y ahí si genera la pesadez, la sensación de lleno hasta la garganta, el famosísimo “mal del puerco” entre otros. En Ayurveda se le denomina Agni a ese fuego interno que “cuece” los alimentos, pero que requiere forzosamente un espacio. Así como cuando en las parrilladas lo probamos “científicamente” al prender el carbón, igualito dentro de uno. Ese espacio se necesita para una buena digestión.
       Entonces quedamos: Uno, masticar bien, dos, ensalivar plenamente, tres, no beber líquidos durante la comida, y cuatro, dejar ese pequeño huequito.
       En Trofoterapia, iniciar con estos simples cuatro cambios, sin siquiera haber modificado hábitos alimenticios, ayuda a la corrección de gastritis, colitis, reflujos, y comienza mejoría en la frecuencia en ir al baño, malestares comunes, y hasta se detona la baja de peso natural, regístrate en www.trofoterapia.com

domingo, 29 de noviembre de 2015

¡Come bien!



Siempre nos han dicho, desde niños, “come bien”, “aliméntate sanamente”, “no comas porquerías”, pero si nos regresamos un poco, puede surgir la pregunta; aparte de los ingredientes, origen, insumos, marcas, procesos, y demás… ¿Cómo es comer bien?
 
       El proceso mecánico de alimentarse requiere varias funciones de nuestro organismo, unas conscientes y otras no, es decir, unas las realizamos nosotros y otras nuestro sistema por nosotros, básicamente las masticación y los procesos de desplazamiento del quimo (nombre que se le da a la comida liquidificada que pasa del estómago al intestino delgado, ya mezclada con nuestros jugos gástricos), y por último, la formación de materia fecal y su expulsión.

       Pero si nos detenemos tan solo en la boca, existen dos procesos fundamentales e importantísimos para una buena digestión. Masticar y ensalivar.

       Es real que esto depende de una buena salud dental, (por eso hay que cuidarla, pero eso es otro tema) y desde el momento que llevamos a la boca el alimento el proceso se debe hacer de manera consciente mas no tensa. Masticar implica no necesariamente contar las veces que lo hacemos, sino percibir la textura que logramos con esta acción; hay alimentos que por su consistencia requieren más repeticiones, y algunos otros que aparentemente no, sin embargo aunque sea una consistencia blanda, tal como un plátano, algún postre cremoso o verduras cocidas, se requiere que la textura final al deglutirla o tragarla esta sea líquida en más de un 80%.

       Siendo alimentos líquidos, tal como un “jugo verde”, o un yogurt por ejemplo, el tema de la masticación puede no ser necesario, pero si la ensalivación, entonces tenemos la tarea de mezclar con saliva lo que no requiere masticarse.

       Esto se logra al tomar el trago, que no sea mayor a la cantidad que podemos mantener en la boca, revolver con la lengua y tragar o pasar. De esta manera se logra que el alimento, sea blando o duro tenga un contacto pleno con las enzimas de la saliva, aparte de un reconocimiento papilar que permite reconocer sus características de sabor y químicamente de composición para generar los jugos gástricos necesarios para su desdoble enzimático y protéico.


       Cuando no masticamos lo suficiente, y llegan al estómago pedazos enteros de comida los efectos son adversos siempre:

       Agruras

       Acidez

       Dolor

       Y en el peor de los casos pudiera darse hasta un proceso de ahogamiento.

La saliva es la primera enzima que comienza a trabajar en esta descomposición, entonces a la hora de comer, recuerden, que sea tranquilos, hablar lo menos posible, sin hacer un acto aburrido, pero si dedicando atención especial a tan necesaria acción.

    ¿Qué beneficios?

    Procesos digestivos más cordiales, mejor aprovechamiento de los nutrientes, sensación de saciedad más pronta, degustación más fina, control y baja de peso... "ahi no más"


     ¡SaludOS!

domingo, 8 de noviembre de 2015

Soltar...



Tener o dejar de tener,
hacer o dejar de hacer,
consumir o dejar de consumir,
he ahí el dilema…

El ser humano genera costumbres, rutinas o hábitos que se adoptan para dar seguridad o estabilidad a actos diarios; desde el acomodo de cosas, horarios, atuendos… hasta, si, efectivamente, lo que comemos.

       Desafortunadamente nos gusta el hecho de tener, de poseer, sea lo que sea, y en esta dinámica todo lo que se nos da lo acumulamos y definitivamente, otra de las grandes circunstancias es que nos es difícil soltar. Somos naturalmente “de apegos”.

       Por ejemplo la común declaración en cuanto a las enfermedades: “Tengo gripa”… “me dio fiebre”… necesito tal o cual pastilla para “mi gastritis”. TENGO cáncer, fulanito TIENE leucemia y así hay muchos más ejemplos.

       Hacer un proyecto temporal de Trofoterapia (y en general, cualquier cambio alimenticio y/o de hábitos) implica de manera contundente dejar apegos y costumbres de consumo que desafortunadamente llegamos a considerar inocuas, como “no despierto sin mi cafecito (soluble) de la mañana”, “nuestra barbacoa de los domingos no la perdonamos”, la conchita con nata de la noche, el postre después de comer, el cigarrito para ir al baño... ¿o no lo han escuchado?

       Dejar esas pequeñas acciones, que insisto, consideramos inocuas, es una determinación que implica “dejar morir” una acción en nosotros. Y solo de pensarlo duele, ya que “cambiar” significa literalmente dejar de ser y hacer algo que vivía en y por nosotros, ya si era bueno o no, es otro asunto. Pero dejar de ser o hacer algo es entrar en terrenos nuevos que, en lo que detectamos si es positivo o no para nosotros, en principio ya generó un conflicto. ¿Lo hago o no lo hago?, ¿lo dejo o no lo dejo?, ¿me lo tomo o no me lo tomo?

       ¿Cuál es la herramienta indispensable para vivir el duelo al dejar apegos?, ¡dar el paso!. Simple y sencillo. Las cosas que dejamos ahí se quedan, pero quien evolucionó fue uno. El que lo trascendió fue el que avanzó en la decisión, en la acción. Y eso es el primer aliciente para dar una connotación positiva a cualquier cambio. Atreverse es darse u otorgarse la capacidad de hacer algo, en este caso, de dejar atrás lo que de cierta manera intentábamos cambiar con el tiempo. Igual se dice que “el tiempo lo cura todo”, y en este caso la cura que solicitamos al tiempo para resolver algún conflicto afectivo (tanto a cosas, personas o alimentos) es la misma acción de ATREVERSE a hacerlo, en el mismo cambio está la Cura, porque hay que entender que lo que dejamos es porque no nos sirve, o por circunstancias ajenas a nosotros debía "partir", y de ahí lo sencillo que resulta dejarlo, ya que no nos quedamos sin nada, pasamos de una posesión a otra de inmediato, por lo tanto la carencia de lo que nos apartamos, se sustituye por algo que se espera sea de mayor beneficio para Uno.

       El ejemplo más sencillo, aterrizado en nuestro tema central (Alimentación) puede ser La Leche. ¿Cómo?, dejar de tomarla, dejarle de dar a los niños, es a veces algo inimaginable, pero el cambio no nos deja sin nada. Al contrario, nos abre un espectro más amplio de opciones y cuando descubrimos que existe lechada de almendras, de coco, de nuez, de avena, de semilla de girasol, de alpiste, etc… nos damos cuenta que manteníamos un apego a un producto que no nos dejaba ver que hay opciones más económicas, más nutritivas y variadas que la simple leche de vaca, y recetas se encuentran por cientos en la red.

       Otro ejemplo, por sencillo que parezca. Dejar de ver la televisión como arrullo antes de dormir, sin duda hay quien no lo visualiza ni considera. Pero en cuanto al descanso pleno, es ampliamente sabido que la sobre estimulación de noticieros, series e incluso transmisión de eventos deportivos previos al descanso literalmente lo nulifican, de esta manera, si, en efecto, caemos dormidos por la fatiga normal del día, pero el descanso mental resulta severamente afectado.

       La limpieza interna del organismo es una acción que se atiende casi exclusivamente a través de los alimentos y se focaliza a la condición gástrica, sin embargo la limpieza del organismo implica también mente y emociones, e ir despegándonos de ciertas costumbres al principio nos parecerá inimaginable, casi atroz, pero al atreverse y vivir los efectos positivos sin duda es de gran beneficio, impacto y satisfacción integral, ¡haz trofoterapia!.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Cambio de hábitos


¿Cambiar?, ¿por qué?... yo estoy bien, me siento “a gusto”.
   
¡Ay, no pasa nada!, si, me excedo, pero entre semana me cuido.

No veo mis mañanas sin mi ____________ (inserte el gusto deseado).


Y el más contundente de todos:

¿UN CAMBIO? NO, ¿PARA QUÉ? DE ALGO ME TENGO QUE MORIR…

Este diálogo, bajo el aviso de nuestra consciencia interna ya es tenso; ahora, cuando a alguien, (persona, familiar, blog o sitio web) se le ocurre inmiscuirse en este tema respecto a nuestras formas ya solo es cuestión de tiempo –y de humor-, esperar a que se de el debate y la bomba truene.

Modificar nuestros hábitos de consumo (y más el alimenticio) es trastocar nuestra intimidad, nuestras costumbres, convicciones y deseos, los cuales son en gran medida emocionales. Nuestros hábitos (buenos o malos(¿?), positivos o negativos, productivos o no) son anclajes de nuestra psique para estructurar parte de nuestra cotidianidad.

Se me viene a la mente “Amélie” -película francesa de 2001 dirigida por Jean-Pierre Jeunet, y protagonizada por Audrey Tautou-, en la que Los Hábitos son el eje rector de vidas prácticamente grises, predecibles, un tanto monótonas y sin duda, para algunos, aburridas.

Sin embargo, la sorpresa de los cambios que la protagonista va generando en la vida de otros despierta matices dormidos, pero latentes en las diversas personalidades, y en algunos casos pequeños ajustes, y en otros grandes modificaciones, presentan al inicio un contundente caos que se traduce en alteraciones en las rutinas diarias, que a la larga mejoran sustancialmente la percepción de vida en general de prácticamente todos los personajes.

¿Y ESTO EN QUÉ "TROFOLOGUEA"?

Sin duda, aplica a toda persona que dentro de sí misma ya detecta esa necesidad de modificar algo en su vida, “pero que no sabe qué es”; y particularmente en la alimentación se concentran factores que determinan en gran medida nuestras emociones, y al revés, también nuestras emociones determinan a veces qué decidimos comer.

Ante esta dinámica, una atención trófica a nuestra condición actual es IMPORTANTE para restablecer patrones emocionales, físicos y energéticos que posiblemente, y a partir de cierta edad dan avisos de necesidad de cambio.

Piénsalo, en la próxima entrada hablaremos del “soltar” emocional que significa dejar hábitos y cosas que aunque sabemos, nos hacen mal, las conservamos por el soporte emocional que brindan, pero que definitivamente es muy sencillo cambiar. Atiende tu alimentación considerando grupo sanguíneo, biotipo, nivel enzimático y testimonio, entra a www.trofoterapia.com

¡SaludOS!