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domingo, 29 de noviembre de 2015

¡Come bien!



Siempre nos han dicho, desde niños, “come bien”, “aliméntate sanamente”, “no comas porquerías”, pero si nos regresamos un poco, puede surgir la pregunta; aparte de los ingredientes, origen, insumos, marcas, procesos, y demás… ¿Cómo es comer bien?
 
       El proceso mecánico de alimentarse requiere varias funciones de nuestro organismo, unas conscientes y otras no, es decir, unas las realizamos nosotros y otras nuestro sistema por nosotros, básicamente las masticación y los procesos de desplazamiento del quimo (nombre que se le da a la comida liquidificada que pasa del estómago al intestino delgado, ya mezclada con nuestros jugos gástricos), y por último, la formación de materia fecal y su expulsión.

       Pero si nos detenemos tan solo en la boca, existen dos procesos fundamentales e importantísimos para una buena digestión. Masticar y ensalivar.

       Es real que esto depende de una buena salud dental, (por eso hay que cuidarla, pero eso es otro tema) y desde el momento que llevamos a la boca el alimento el proceso se debe hacer de manera consciente mas no tensa. Masticar implica no necesariamente contar las veces que lo hacemos, sino percibir la textura que logramos con esta acción; hay alimentos que por su consistencia requieren más repeticiones, y algunos otros que aparentemente no, sin embargo aunque sea una consistencia blanda, tal como un plátano, algún postre cremoso o verduras cocidas, se requiere que la textura final al deglutirla o tragarla esta sea líquida en más de un 80%.

       Siendo alimentos líquidos, tal como un “jugo verde”, o un yogurt por ejemplo, el tema de la masticación puede no ser necesario, pero si la ensalivación, entonces tenemos la tarea de mezclar con saliva lo que no requiere masticarse.

       Esto se logra al tomar el trago, que no sea mayor a la cantidad que podemos mantener en la boca, revolver con la lengua y tragar o pasar. De esta manera se logra que el alimento, sea blando o duro tenga un contacto pleno con las enzimas de la saliva, aparte de un reconocimiento papilar que permite reconocer sus características de sabor y químicamente de composición para generar los jugos gástricos necesarios para su desdoble enzimático y protéico.


       Cuando no masticamos lo suficiente, y llegan al estómago pedazos enteros de comida los efectos son adversos siempre:

       Agruras

       Acidez

       Dolor

       Y en el peor de los casos pudiera darse hasta un proceso de ahogamiento.

La saliva es la primera enzima que comienza a trabajar en esta descomposición, entonces a la hora de comer, recuerden, que sea tranquilos, hablar lo menos posible, sin hacer un acto aburrido, pero si dedicando atención especial a tan necesaria acción.

    ¿Qué beneficios?

    Procesos digestivos más cordiales, mejor aprovechamiento de los nutrientes, sensación de saciedad más pronta, degustación más fina, control y baja de peso... "ahi no más"


     ¡SaludOS!