¿Cambiar?, ¿por qué?... yo estoy bien, me siento “a
gusto”.
¡Ay, no pasa nada!, si, me excedo, pero entre semana me cuido.
No veo mis mañanas sin mi ____________ (inserte el gusto deseado).
Y el más contundente de todos:
¿UN CAMBIO? NO, ¿PARA QUÉ? DE ALGO ME TENGO QUE MORIR…
Este diálogo, bajo el aviso de nuestra consciencia interna
ya es tenso; ahora, cuando a alguien, (persona, familiar, blog o sitio web) se
le ocurre inmiscuirse en este tema respecto a nuestras formas ya solo es
cuestión de tiempo –y de humor-, esperar a que se de el debate y la bomba
truene.
Modificar nuestros hábitos de consumo (y más el
alimenticio) es trastocar nuestra intimidad, nuestras costumbres, convicciones
y deseos, los cuales son en gran medida emocionales. Nuestros hábitos (buenos o
malos(¿?), positivos o negativos, productivos o no) son anclajes de nuestra
psique para estructurar parte de nuestra cotidianidad.
Se me viene a la mente “Amélie” -película francesa de
2001 dirigida por Jean-Pierre Jeunet, y protagonizada por Audrey Tautou-, en la que Los Hábitos son el eje
rector de vidas prácticamente grises, predecibles, un tanto monótonas y sin
duda, para algunos, aburridas.
Sin embargo, la sorpresa de los cambios que la
protagonista va generando en la vida de otros despierta matices dormidos, pero
latentes en las diversas personalidades, y en algunos casos pequeños ajustes, y
en otros grandes modificaciones, presentan al inicio un contundente caos que se
traduce en alteraciones en las rutinas
diarias, que a la larga mejoran sustancialmente la percepción de vida
en general de prácticamente todos los personajes.
¿Y ESTO EN QUÉ "TROFOLOGUEA"?
Sin duda, aplica a toda persona que dentro de sí misma ya
detecta esa necesidad de modificar algo en su vida, “pero que no sabe qué es”;
y particularmente en la alimentación se concentran factores que determinan en
gran medida nuestras emociones, y al revés, también nuestras emociones
determinan a veces qué decidimos comer.
Ante esta dinámica, una atención trófica a nuestra
condición actual es IMPORTANTE para restablecer patrones emocionales, físicos
y energéticos que posiblemente, y a partir de cierta edad dan avisos de
necesidad de cambio.
Piénsalo, en la próxima entrada hablaremos del “soltar” emocional
que significa dejar hábitos y cosas que aunque sabemos, nos hacen mal, las conservamos por el soporte emocional que
brindan, pero que definitivamente es muy sencillo cambiar. Atiende tu
alimentación considerando grupo sanguíneo, biotipo, nivel enzimático y
testimonio, entra a www.trofoterapia.com
¡SaludOS!
¡SaludOS!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Regálame un comentario, el que sea, lo que te nazca...