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domingo, 1 de noviembre de 2015

Cambio de hábitos


¿Cambiar?, ¿por qué?... yo estoy bien, me siento “a gusto”.
   
¡Ay, no pasa nada!, si, me excedo, pero entre semana me cuido.

No veo mis mañanas sin mi ____________ (inserte el gusto deseado).


Y el más contundente de todos:

¿UN CAMBIO? NO, ¿PARA QUÉ? DE ALGO ME TENGO QUE MORIR…

Este diálogo, bajo el aviso de nuestra consciencia interna ya es tenso; ahora, cuando a alguien, (persona, familiar, blog o sitio web) se le ocurre inmiscuirse en este tema respecto a nuestras formas ya solo es cuestión de tiempo –y de humor-, esperar a que se de el debate y la bomba truene.

Modificar nuestros hábitos de consumo (y más el alimenticio) es trastocar nuestra intimidad, nuestras costumbres, convicciones y deseos, los cuales son en gran medida emocionales. Nuestros hábitos (buenos o malos(¿?), positivos o negativos, productivos o no) son anclajes de nuestra psique para estructurar parte de nuestra cotidianidad.

Se me viene a la mente “Amélie” -película francesa de 2001 dirigida por Jean-Pierre Jeunet, y protagonizada por Audrey Tautou-, en la que Los Hábitos son el eje rector de vidas prácticamente grises, predecibles, un tanto monótonas y sin duda, para algunos, aburridas.

Sin embargo, la sorpresa de los cambios que la protagonista va generando en la vida de otros despierta matices dormidos, pero latentes en las diversas personalidades, y en algunos casos pequeños ajustes, y en otros grandes modificaciones, presentan al inicio un contundente caos que se traduce en alteraciones en las rutinas diarias, que a la larga mejoran sustancialmente la percepción de vida en general de prácticamente todos los personajes.

¿Y ESTO EN QUÉ "TROFOLOGUEA"?

Sin duda, aplica a toda persona que dentro de sí misma ya detecta esa necesidad de modificar algo en su vida, “pero que no sabe qué es”; y particularmente en la alimentación se concentran factores que determinan en gran medida nuestras emociones, y al revés, también nuestras emociones determinan a veces qué decidimos comer.

Ante esta dinámica, una atención trófica a nuestra condición actual es IMPORTANTE para restablecer patrones emocionales, físicos y energéticos que posiblemente, y a partir de cierta edad dan avisos de necesidad de cambio.

Piénsalo, en la próxima entrada hablaremos del “soltar” emocional que significa dejar hábitos y cosas que aunque sabemos, nos hacen mal, las conservamos por el soporte emocional que brindan, pero que definitivamente es muy sencillo cambiar. Atiende tu alimentación considerando grupo sanguíneo, biotipo, nivel enzimático y testimonio, entra a www.trofoterapia.com

¡SaludOS!