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viernes, 15 de mayo de 2015

¿Por qué aprender Trofología?

Como en la primera entrada de este blog comenté que platicaría en algún momento determinado el ¿cómo llegué a ser Trofólogo?, aquí va, en un par de párrafos lo comento:

         Mi Mujer (y maestra), Jacqueline Milian es quien ha abierto la puerta de La Salud a la casa, y es algo que en general sucede. Sea por la dedicación, planeación y sobre todo Amor, estoy totalmente convencido de que es, en un mayor porcentaje, la Mujer quien lleva la Salud a los hogares. Y de haber estado YO en una condición de salud bastante adversa hace muchos años, vino la homeopatía, la alopatía, las especialidades, la medicina Ayurvédica y finalmente La Trofología, (¡hubiera sido al revés!).

          Al hacer consciencia del alcance que tiene llevar una buena alimentación en la Vida en general, y tras la sorpresa de mi mujer de haberme inscrito al diplomado en Trofología – que ella ya había cursado -, lo tomé. Y dentro de las primeras clases hubo tres factores que me engancharon:

-       Romper paradigmas
-       Hacer algo diferente
-       Ayudar a más personas

Abrir los ojos literalmente a una forma de ver al Cuerpo y a la Salud de manera distinta, siempre con la responsabilidad de mi lado y haciendo conciencia de que, como escuché en el diplomado, “si no naciste con ella, y si no te la contagiaron, te la comiste”, refiriéndose a las enfermedades, y a la gran aportación que hace la Trofología al enseñar esta forma de cuidar la Salud mediante la Alimentación Consciente. Simplemente así, comenzó mi camino por la Trofología.

         Inicié asesorías a la par de otro trabajo que tenía, y en un par de años me convencí de solamente hacer esto, por tanto, no me queda mas que felicitar a todas y cada una de las personas que he tenido oportunidad de ver sentadas frente a mi, ya que TODAS han sido Maestros y Maestras en este “andar trofológico”, y que me han enseñado mucho en cada plática, entrevista y/o asesoría que hemos compartido.

         Sin duda, en cada caso que tenemos, como trofólogos, la oportunidad de “tratar”, se abre un nuevo vínculo de “enseñanza-amistad” bastante singular desde mi punto de vista. Y el crecimiento es bilateral, en tanto que la persona se va sintiendo mejor, uno, a la par, se siente y percibe mejor, o dejémoslo en “Diferente”.

         Si “Infancia es Destino”, como dicen, debo confesar que de niño obvio me pasó por la mente ser veterinario… médico, desde pediatra hasta cardiólogo, y siempre rodeado de libros ilustrados del cuerpo humano y su funcionamiento –lo cual yo creo que fue la manera de “enseñarme” de mis papás-, a lo cual en preparatoria olvidé, y opté por las carreras de filosofía y más tarde por la de mercadotecnia.

         Hoy henos aquí, desarrollando una actividad del todo legítima y de gran impacto social, como son las asesorías, luchando por medios propios el divulgar y llevar a la mesa, de comida y de debate, un tema extremadamente importante: "Aprender a alimentarnos". Hasta hoy, desde mi punto de vista, no hay a quien agradecer de manera sustancial, mas que a la Trofología, por aportar un sistema que conlleva práctica y consciencia alimenticia al mismo tiempo.

         De los tres factores que me engancharon para seguir haciendo Trofología hablaremos más adelante si me lo permiten, (y si me lo preguntan) ¡gracias por sus correos!

         ¡SaludOS!

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