Vayamos de nuevo a los orígenes, TROFO es alimento, o relativo a la nutrición, y de ahí parte todo.
Es decir, la mayoría de los regímenes de alimentación se centran en nuestra
necesidad trófica elemental, para posteriormente determinar, ya sea por
ideales, convicciones, restricciones, doctrinas o meras elecciones, las líneas
específicas en las cuales se sustenta el qué comer y qué no, siempre en pro de
un bienestar de salud permanente.
De ahí
tenemos la amplia gama de estilos de alimentación que se conocen actualmente: vegetariano, vegano, macrobiótico,
carnívoro, frugívoro, crudívoro, ovolactoevegetariano, ortomolecular, y los
que vayan saliendo. Esto en cierto sentido ya es Trofología, ya que bajo la
lupa etimológica, nos regresamos de nuevo, trofo es alimento, y logos, tratado,
ergo, todos, al alimentarnos, hacemos Trofología, y al momento de tratar determinadas circunstancias de salud más
específicas, se recurre a la Trofoterapia. Esto nos podría colocar bajo la
posibilidad de ver cualquier sistema de alimentación bajo su perspectiva
trofológica y trofoterapéutica, es decir, qué implica cada sistema, y por otro
lado, para qué se hace o adopta cada uno.
En lo que
aquí nos atañe, que es el “trofologueo”, nos enfocaremos a la diferencia básica
que existe entre Trofología y Trofoterapia. El libro que lo explica es
“Trofología práctica y Trofoterapia”, del profesor Nicolás Capo por ahí de los
años 20, y básicamente, el primer concepto del título es la actividad de
alimentarnos bajo una dieta alcalina de manera permanente. Y el segundo
concepto, también del título, es encontrar y explotar el potencial curativo de
lo que comemos. ¡Pero esto, insisto, en el contexto de los años veinte!.
Hoy, casi un
siglo después, las condiciones bajo las
cuales se desarrolló la Trofoterapia creo que han cambiado ¿o no?... Los
niveles tóxicos son sumamente elevados, la industrialización, procesamiento e
ingeniería en alimentos nos lleva a dudar actualmente entre lo que es y no es
alimento. Sinceramente creo que ni el mismísimo profesor Capo vislumbró a lo
que ha llegado la industria de los alimentos en la carrera por crear, abastecer, monopolizar y explotar
esta necesidad básica, lo cual continuará indudablemente.
Actualmente
la Trofoterapia considera que el Ser
Humano se nutre por vías alternas, ya sea visual, auditiva o
emocionalmente, es más, hasta la piel es una vía, tanto de excreción como de
asimilación de elementos, y el olfato; por ende, la respiración consciente,
dentro de la trofoterapia es un factor fundamental en la nutrición integral
cotidiana, entre muchos otros asuntos rutinarios que trascienden la
alimentación, con el fin de proporcionar al cuerpo de energía vital, que es lo
que se busca, en esencia en lo que comemos. La Trofoterapia busca mediante una alimentación alcalina y atóxica,
aparte de otras prácticas rutinarias (de las cuales hablaremos más adelante) la limpieza total de nuestros sistemas,
con el fin universal de conservar o restituir la salud.
Sin duda, hay
demasiado del tema por explorar, y aquí intentamos bajo el principio de la
reflexión siempre estar cerca de generar Conciencia
Alimenticia tan importante y necesaria a todos los niveles, para tener una
Vida de calidad y productiva.