El concepto de “retiro”, en el contexto de las desintoxicaciones del organismo, sin duda es enriquecedor y positivo; en el plano espiritual es inigualable, y vivir la experiencia -sostengo Yo-, es necesario para todos y todas, en el momento que esto “llame”, y de verdad, dejarlo suceder…
Peeero… vamos a trofologuear un punto.
En el asunto que implica acercarnos a las frutas y verduras con el fin de
limpiarnos internamente, y, por ende, alejarnos de (música de espanto) los “5
venenos blancos”, (fin de la música) y del exceso de proteína animal, comida procesada,
etc… - lo cual conlleva a la alcalinización de nuestro cuerpo, mejorar nuestro
pH y mucho más -, ¿qué hay, de esperar a hacer un retiro de tres días, fin de
semana, ¡21 días!; a comenzar un “me integro” a este universo de los frutos
naturales y productos verdes del campo?.
El “Me retiro A…” desintoxicarme,
podría verse apoyado también del “Me retiro DEL…” consumo de todo aquello que
me acidifica, intoxica y enferma… y ya en general lograr un “Me INtegro a…”
Retirarse de algo podría tener
connotaciones de sacrificio, de renuncia, de abstención, y sobre todo es
necesario esperar y planear el momento indicado para hacer esta actividad, -
que bien podría ser un parteaguas en la vida de alguien -, pero en lo que todo
se configura para que esto se de, el tiempo pasa y los auto sabotajes son de
cuidado y nos pueden mantener en la zona de confort sin nunca llegar al
planeado RETIRO.
Visto desde otro ángulo, efectivamente,
cada “me retiro”, es un “me integro” a algo, es un descubrimiento que va
acompañado de algunas actividades grupales en donde se comparten experiencias
de preparación, de impacto y de resultados o beneficios obtenidos por estas
prácticas organizadas y planeadas por diversas personas o instituciones, estos
programas en ocasiones se dan en playas, villas, cabañas o hasta clínicas,
cuando la condición de salud es realmente delicada.
Generalmente, los programas de
desintoxicación buscan “integrarte” a una forma de alimentación atóxica, alcalina,
consciente, o como se le quiera llamar al “comer bien”, y mantener la salud a
través de lo que se ingiere en los alimentos.
La propuesta en esta ocasión es que te
integres al universo de la alimentación atóxica desde ya; particularmente creo
que esperar el retirarse a algún sitio para alejarse de la comida tóxica es
pensar que la tentación ejercida por estos productos es y será más poderosa que
la fuerza de voluntad que se debe tener para alejarse del consumo de tóxicos
“permitidos” por la industria, y anunciados cada tres segundos en medios de
comunicación.
¡Que vivan los retiros! Como fiestas de
reintegración a donde por naturaleza pertenecemos, que es el mundo de lo vivo,
lo enzimático, lo que sale de la tierra y cae de los árboles. Sin duda de eso
no nos retiramos por voluntad propia, me atrevo a decir que nos lo retiraron
para vendernos lo procesado, de ahí que insisto en el “me reintegro” al consumo
de productos naturales sin esperar el retirarme a…
¡SaludOS!
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